Astillero■ El Mesías del Campo Marte ■ Bienaventurados los amigos ■ Téllez, la conexión CSG y Carlyle Felipe Calderón transformó un afecto personal en supuesto funeral de Estado y, en un giro que depositó lo político en el plano de lo religioso (que llevó la razón de lo público al plano de lo privado, de la silla del poder al púlpito, de lo centrado a lo desquiciado), pronunció párrafos de insólitas bienaventuranzas, no como Mesías tropical sino del Campo Marte. El amiguismo iluminado utilizó figuras bíblicas para expedir un sacro certificado oficial de inocencias y, en ese magno foro de premiadas concurrencias pluripartidistas, designó a Juan Camilo Mouriño como máximo depositario de virtudes cívicas, políticas y morales. La devoción personal del ocupante de Los Pinos llevó inclusive a establecer diferencias gráficas y protocolarias en la ceremonia en que la muerte debió haber igualado a todos: adelante, único, preferido, el ataúd correspondiente al ex secretario de gobernación, con su fotografía al frente y Calderón a un lado; atrás, en grupo, sin distinción, los demás cajones mortuorios. De haber sido 2012, buena parte del discurso del afligido michoacano podría haber sido tomada como propuesta de candidatura presidencial; hoy, ante las circunstancias fúnebres, la relación de óptimas características y comportamientos de San Camilo parecería autoelogio indirecto: patriota, republicano, estratega, visionario, reformador, conciliador, federalista, honesto, comprometido, leal, eficaz, negociador, disciplinado, callado y un etcétera que consumió en tiempo, pasión y sentido, más de la mitad de las palabras felipenses que pretendieron corregir el enfoque virtualmente unipersonal, discriminatoriamente mouriñista, del discurso del hangar, el pasado martes en la noche, pues ahora se mencionó al resto de los viajeros caídos, con referencias elogiosas a algunos de ellos, pero manteniendo silencio respecto de los muertos en tierra que no formaban parte de burocracias ni amiguismos de elite, en un persistente privilegio de lo aéreo sobre lo peatonal, de lo político sobre lo social, de lo palaciego sobre lo popular (el desfile de personalidades políticas en las pompas fúnebres sólo subrayó la gran distancia de ese segmento del poder respecto al pueblo en general, con esas ceremonias de intereses que no calan entre quienes diariamente ven muertes sangrientas por doquier, desesperación y abatimiento sociales y un futuro cada vez más oscuro, justamente a causa de las maniobras de las cúpulas y del saqueo que por medio de la política hacen muchos personajes provisionalmente dolientes). Calderón usó el acontecimiento fúnebre para hacer política, insistiendo en el tema que busca acomodar en toda crisis posible, el del diálogo y la unidad, y aprovechando el momento, sin interpelación posible, para dibujar a su propio gobierno, con trazos que adjudicó al difunto, como una obra de sacrificio y entrega absolutas. Los aprovechamientos políticos fueron completados con la presencia de la plana mayor de Los Chuchos y el segundo acercamiento de Marcelo Ebrard al entorno del gobernante formal del país. La virtual convocatoria a cerrar filas en torno a Los Pinos a partir de un incidente bajo sospechas trata también de aislar al otro presidente, Vicente Fox, que fue dejado solo en su hacienda guanajuatense, pues a última hora ni Manuel Espino aceptó ir a recibir el Beso de San Cristóbal. Hay quienes comenzaron a hablar ayer de que Calderón está tratando de crearse su verdadera toma de posesión, a partir de una especie de Quinazo al revés. Dado que el propio orador del Campo Marte habló de que es necesario que surja la verdad ha de entenderse que lo sabido hasta ahora no deja de ser material provisional y posiblemente mendaz. Mucho más que simples dudas y especulaciones es lo que, por ejemplo, planteó el miércoles por la noche el especialista en seguridad Samuel González, de larga trayectoria en asuntos policiacos y colaborador cercano que fue de José Luis Santiago Vasconcelos, el hombre que encarnó la lucha oficial contra el narcotráfico y que fue relegado del discurso y el homenaje oficial a causa del amigo Mouriño. Entrevistado por Carmen Aristegui en CNN en español, González habló de las diferencias graves entre la PGR a cargo de Eduardo Medina Mora y la secretaría de seguridad pública que tiene a Genaro García Luna al frente, criticó las desviaciones discursivas de Calderón, bordeó el tema de las inconformidades de militares y policías de carrera con los políticos en el poder, y planteó que es necesario un cambio en la conducción política del país. Como es natural, González señaló que deben analizarse todas las hipótesis sobre lo sucedido el pasado martes, sin dar por oficialmente sentada una sola explicación, sobre todo si el presunto encargado de las indagaciones, Luis Téllez, es un economista sin experiencia en investigaciones policiacas o aeronáuticas. La sobresaliente aparición de Téllez, con su Nintendo II, como aquel con el que Carpizo pretendió explicar la mecánica del asesinato de un cardenal en Guadalajara, ha hecho que florezcan las especulaciones. Las orejas que asoman, desde luego, son las de su verdadero jefe, Carlos Salinas de Gortari, y de los intereses intervencionistas de consorcios gringos como el Carlyle Group. Al respecto, el lector David García recuerda que Téllez “fue durante algunos años presidente de The Carlyle Group en México, el holding ligado a familias como la Bush, relacionado con la CIA y el FBI y que tiene intereses en armamento, energía, finanzas y tecnología y que sería uno de los principales beneficiados con una reforma petrolera a modo en México. Después del 11-S surgió la teoría sobre un supuesto sistema (Home run), desarrollado por Carlyle y probado en México, mediante el cual se podía manejar remotamente cualquier aeronave, supuestamente para ser usado en situaciones de secuestro.Y ahora resulta que el ex representante en México de Carlyle está relacionado directamente con la caída inexplicable de una aeronave con implicaciones políticas, prácticamente después de una reforma petrolera”. Y, mientras sigue oliendo a gas, ¡feliz fin de semana (en lo que sea posible)! |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
hola