LA APPO VIVITA Y COLEANDO

LA APPO: Vivita y coleando Mi manera de bromear es decir la verdad: Bernard Shaw. Amado San Martín Hernández En el 2006, el movimiento social oaxaqueño fue masacrado por las hordas represivas del autoritarismo ulisista-foxista-calderonista, pero a cambio, en la sociedad se produjo una nueva forma de pensar, de conducirse, pero, sobre todo, de organizarse; la lucha contribuyó a crear otro pensamiento, y otro modo de manifestarse. En cambio, el gobierno, sigue arrastrando –igual o peor—una difícil y frustrante situación política, social y económica. El régimen ulisista, desde el 2006, parece atrapado en la telaraña de la crisis de su incompetencia extrema. “ LA APPO vive, porque los oaxaqueños tienen un espíritu a prueba de fascista; es necesaria la recuperación de la historia, las experiencias y las luchas de nuestros pueblos para fortalecer nuestro presente y nuestro futuro”, había dicho la menudita concejal de la Mixteca , quien ahora ve dolorosamente cómo la Asamblea Popular de sus sueños, puede caer y quedar atrapada en las garras rapiñosas e insaciables de poder y cargos públicos de los stalinistas del FPR-UTE, del FALP, del FOSDI, y demás fauna carroñera. NO estaba muerta ni andaba de parranda. Maltrecha, mas bien, curándose las heridas que le produjo el Estado autoritario; y arrastrando los recuerdos –como su único legado—de sus hijos muertos, de sus hijos perseguidos, de sus hijos encarcelados, de sus hijos torturados, de sus hijos desaparecidos; de sus hijos de las barricadas y de los barrios lumpen, de sus hijos de la resistencia… No todos murieron en las barricadas, en las calles, en el pavimento, en las prisiones. No todos fueron abatidos por los convoyes de la muerte y los francotiradores. No todos están desaparecidos, en fosas clandestinas. No todo el pueblo murió en el 2006. DE 2006 a la fecha, ¿quién ha ido en la dirección correcta? Decía Hermann Bellinghausen que “conforme avanza el Siglo XXI, se generaliza en el pueblo la experiencia de los indígenas, el sector más lúcido y claro de su mexicanidad. Enseñan a la nación generosidad, tolerancia, comunalismo. Se encuentran preparados como nadie para resistir y perdurar”. Esto lo saben muy bien los maestros, las bases de la Sección 22 –y también los de la tienda de enfrente. Como sector también muy lúcido de la sociedad, saben qué significa y qué valor tiene la autonomía para los pueblos; sus autogobiernos y de cómo practican y llevan a cabo el consenso para mantener la convivencia y la estabilidad entre su gente, pero sobre todo, el res-pe-to; el respeto como enunciado juarista para vivir en paz. Por eso extraña que la Sección 22, como convocante al II Congreso de la APPO , haya impuesto, a manera de candado, que quienes iban a ser elegidos representantes durante sus asambleas, fueran avalados por un maestro –la mayoría stalinistas de la UTE. Por supuesto que los profes saben que los pueblos no permiten extraños durante la realización de sus asambleas comunitarias, y menos decidir por ellos. Ahora se sabe, que para controlar la Asamblea Popular, ese candado fue idea de los utes que tienen atrincherado al líder magisterial, para imponer más delegados y mayoritear en la Comuna , sin que haya consenso; como se estila en los sindicatos y en organizaciones flavianas totalmente verticales, en que la disidencia, la lucidez y la pluralidad son aplastadas por una abrumadora votación, por las descalificaciones y el “porrismo”. Votar así por así, sería como un maratón de pendejos que no saben por donde queda la meta. CUANDO el profesor Azael Santiago asumió la dirigencia del magisterio oaxaqueño, se dijo en estos espacios que llegaba al liderazgo en momentos cruciales y de enormes retos, por los muchos conflictos pendientes del 2006. Se decía que el panorama no era halagador, porque, en primera instancia, le esperaba la reconstrucción de su propio sindicato, descabezado durante la lucha social por el gobierno ulisista. A pesar de que el maestro de Telesecundaria no era el “delfín” del gobierno, ni favorito de ninguna de las corrientes del magisterio oaxaqueño, una base democrática lo elevó al cargo, y uno de sus primeros pronunciamientos, fue también la reconstrucción de la Asamblea Popular. Retomar la lucha de la Comuna , fue una exigencia de las bases. El profesor Azael Santiago quedó rodeado de lobos de colmillos adiestrados por muchos años de experiencia, principalmente los stalinistas del FPR-UTE, que en el organigrama sindical, quedaron posicionados en puntos claves. Por sus actitudes porriles, en su propio sindicato, como en la APPO , los stalinistas constituyen un ´peligro, pues nada los anima más que la búsqueda del poder y de cualquier cargo público, como es el caso de Zenén Bravo, un insigne desconocido que ahora es diputado por carambola revolucionaria. Las ambiciones políticas son legítimas; pero para eso están los partidos políticos; pero como no tienen capacidad, ni talento ni brillo propio, mucho menos vocación ni partidarios, quieren llegar por otros medios, por ejemplo ser reconocidos asumiéndose como luchadores sociales. Uno de esos trampolines, es la Asamblea Popular, a sabiendas de que sus principios son claros cuando se refieren a su autonomía y a lo no electoral. A pesar de los incidentes que se dieron por los grupos que han servido de cabeza de puente al gobierno del Estado, para golpear desde adentro a la Comuna , el II Congreso de la APPO se llevó a cabo, con lo poco que queda o han dejado de ella. Empero, la Asamblea Popular se mueve, vive todavía. Tras tres días de deliberaciones, y en las que pudo darse cuenta de quiénes tratan de controlar la APPO , y descubrir el verdadero rostro de los falsos redentores sociales, al clausurar el evento Azael Santiago les envió un mensaje, al advertir que la Asamblea Popular, no es trampolín político.