Evo Morales, ratificado en el referendo revocatorio en Bolivia
El pueblo boliviano quiere recuperar sus recursos naturales y mayor autonomía
■ Gobernadores de “la media luna” mantienen su cargo; los de Cochabamba y La Paz, se van Evo Morales, ratificado en el referendo revocatorio en Bolivia■ Continuará la recuperación de los recursos naturales en favor de la igualdad, afirma el presidente Ampliar la imagen El mandatario de Bolivia, Evo Morales, y el vicepresidente Álvaro García Linera, saludan desde el balcón del Palacio Quemado a la multitud reunida para celebrar el resultado del referendo revocatorio Foto: Ap Ampliar la imagen El presidente Evo Morales convive con simpatizantes luego de votar en la localidad de Villa 14 de septiembre, en su natal Cochabamba Foto: Reuters Ampliar la imagen Un residente de Cochabamba escucha el discurso del gobernante boliviano al celebrar el resultado del referendo Foto: Reuters Ampliar la imagen Partidarios del gobernador de Santa Cruz, feudo de la oposición del gobierno de Evo Morales, festejan la ratificación de Rubén Costas como prefecto de esta provincia boliviana tras el referendo Foto: Ap Ampliar la imagen Casilla de votación en El Alto, región ubicada a las afueras de La Paz Foto: Reuters La Paz, 10 de agosto. El presidente boliviano, Evo Morales, y el vicepresidente Álvaro García Linera fueron ratificados en sus cargos al celebrarse hoy el referendo revocatorio convocado en mayo pasado por el mandatario, quien recibió 62 por ciento de los votos por el sí, de acuerdo con el conteo rápido realizado por la cadena televisiva ATB. La dupla del Movimiento al Socialismo (MAS) superó los sufragios obtenidos en diciembre de 2005, cuando alcanzó 53.7 por ciento de la votación, lo que le permitió llegar al poder en enero del año siguiente. Según la encuesta a boca de urna de la televisora Red 1, también fueron ratificados los prefectos opositores de los departamentos que conforman la llamada “media luna” autonomista: Santa Cruz, Rubén Costas, con 69.46 por ciento; Beni, Ernesto Suárez, con 67.72 por ciento; Tarija, Mario Cossío, con 57.83; y Pando, Leopoldo Fernández, con 58 por ciento, así como el potosino del gobernante MAS, Mario Virreira, con 70.78 por ciento. En cambio, fueron revocados los prefectos opositores de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, que recibió 66.07 por ciento de votos por el no, y de La Paz, José Luis Paredes, que obtuvo 64.28 por ciento de sufragios en contra. Está en duda el caso del prefecto masista de Oruro, Luis Alberto Aguilar, con una votación por el no de 50.81 por ciento, lo que obliga a esperar hasta este lunes las cifras oficiales de la Corte Nacional Electoral para verificar si fue o no revocado. No obstante que incrementaron su votación a nivel nacional, Morales Ayma y García Linera, según las encuestas citadas, obtuvieron más votos por el no que por el sí en los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando. Una vez conocidas las cifras preliminares, de inmediato se organizaron festejos en la plaza Murillo de La Paz, donde por la noche Morales Ayma pronunció un discurso; también hubo celebraciones en las plazas principales de las capitales departamentales donde fueron ratificados los prefectos opositores al gobierno encabezado por el primer indígena que llega a la presidencia en este país. Desde el balcón del Palacio Quemado, sede del gobierno, entre gritos de “te queremos Evo te queremos; te queremos Evo te queremos”, “mano dura, mano dura”, “Evo se respeta, carajo”, la multitud presenció el estallido de fuegos artificiales. El mandatario, quien llamó varias veces a la unidad del país mediante el diálogo, aseveró que “lo que el pueblo ha expresado con su voto es para consolidar el proceso de cambio”. En la parte central de su discurso, Morales dijo que su gobierno continuará con la recuperación de los recursos naturales y la consolidación de las empresas del Estado, y que este mandato del pueblo boliviano será respetado y será aplicado en los distintos niveles, sectores y regiones del país, para que de esta manera Bolivia cambie y haya igualdad de todos los bolivianos y bolivianas. El voto del pueblo, enfatizó el también ex dirigente cocalero, es para unir a los distintos sectores, por lo que se buscará juntar la nueva Constitución Política (aprobada por la Asamblea Constituyente) con los Estatutos Autonómicos, “respetando las normas existentes, respetando las leyes vigentes”. Apuntó que lo ocurrido hoy en este día histórico en Bolivia, donde el pueblo ahora puede no sólo elegir a sus autoridades sino revocarlas, “es algo importante no sólo para los bolivianos, sino para todos los latinoamericanos, marcando como siempre desde acá procesos de cambio… marcando cómo reivindicar la lucha de todos los pueblos”. Morales Ayma expresó su respeto a los prefectos ratificados. “Respetaremos la legitimidad que tienen los prefectos ratificados para trabajar de manera conjunta”, porque en su experiencia, cuando se hace así, se pueden atender las demandas de todos los sectores. Insistió que es una obligación del presidente, del vicepresidente, de los ministros, de manera conjunta con las autoridades departamentales y municipales, garantizar este proceso de “cambio del poder económico”, porque “eso ha pedido el pueblo con su voto”. Además de los cambios estructurales, indicó, es fundamental atender las demandas sociales, “empezar a terminar la extrema pobreza de los bolivianos”, por lo que llamó a sumarse a esta tarea a los empresarios patriotas y a la gente solidaria, puesto que sólo la conciencia del pueblo salvará al país. En Santa Cruz, ante una multitud que coreaba “autonomía, autonomía”, el prefecto Rubén Costas pidió a la prensa nacional e internacional y a los observadores internacionales, “que informen bien que aquí se venció al más cruel de los terrorismos de Estado de los últimos tiempos”. Asimismo, que comuniquen “que aquí se venció al más vergonzoso fraude montado por el gobierno masista y la intervención de un gobierno extranjero”. Más adelante manifestó que las regalías y el IDH (Impuesto Directo a los Hidrocarburos), utilizado por el gobierno para el pago de un bono a los ancianos “son innegociables”. Costas indicó que el sí a los prefectos de Beni, Pando y Tarija y la elección de la prefecta de Chuquisaca lo entiende como una nueva ratificación a la autonomía departamental, que permita “dotarnos de un sistema que profundice la democracia para un cambio verdadero”. Mencionó que el Estatuto Autonómico, al que le dio categoría de “catecismo”, seguirá siendo implementado, que la Asamblea Legislativa departamental –que no tiene base constitucional– se ha dotado de normas como el salario digno autonómico, la ley del diálogo departamental y la creación del Consejo Económico y Social. Además, se expidió una ley electoral para la elección por voto popular de subgobernadores y corregidores e informó que el próximo jueves va a emitir la convocatoria a elecciones. “Esto es autonomía, esta es la revolución del Patujú”, apuntó. Informó que está decidido a implementar “un organismo de seguridad nuestro” –actualmente la Policía Nacional depende del gobierno central– y que otra prioridad autonómica es “el control, fiscalización y recaudación de los recursos del departamento que nos corresponden”, por lo que está impulsando la creación de una agencia tributaria departamental. La implementación de la misma permitirá, dijo, “la ejecución de un fondo solidario como mecanismo de apoyo a nuestros departamentos hermanos y constituye parte de un paquete para cumplir con la autonomía que ustedes han mandado”. Pidió a los que con su huelga de hambre iniciada hace una semana luchan por el IDH que la levanten, y al presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branco Marinkovic, que encabece esa lucha “para frenar la agresión y el atropello del MAS”. “Hemos vencido una batalla más, ganó el no al evismo chavista”, añadió Costas, al señalar que el pueblo cruceño rechaza “la derecha retrógrada y la izquierda masista”, y aludir a lo que considera una influencia del presidente venezolano, Hugo Chávez, sobre el gobierno de Morales. ■ El referendo superó augurios catastrofistas; la participación popular ascendió a 80% El pueblo boliviano quiere recuperar sus recursos naturales y mayor autonomía■ Prefecto de Cochabamba revocado en la consulta asegura que dará “batalla legal” Ampliar la imagen El gobernador de la provincia de Santa Cruz, Rubén Costas, y su esposa Chonina, festejan tras el referendo revocatorio en el que se ratificó a Evo Morales como presidente de este país andino Foto: Ap La Paz, 10 de agosto. Los pronósticos catastrofistas quedaron atrás. Durante varias semanas hubo augurios de que Bolivia no podría celebrar el referendo revocatorio del presidente, el vicepresidente y ocho de los nueve gobernantes provinciales (prefectos), pero al final, la jornada electoral registró un saldo blanco y terminó con celebraciones en las plazas públicas. La tensión creció conforme se acercaba el día de la consulta popular, con conflictos en las calles provocados por movilizaciones de diversos gremios que reclamaban la aprobación de un proyecto de ley de pensiones propuesto por la Central Obrera Boliviana (COB), conflicto que costó la vida a dos mineros en la localidad de Caihuasi, durante el desbloqueo de la carretera por parte de la Policía Nacional. Los minusválidos, en movilización durante dos semanas exigían un bono de 5 mil bolivianos al año, protagonizaron también bloqueos –sobre todo de instalaciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales en Santa Cruz– fueron repelidos con gases dos veces, y todavía hoy sostenían una vigilia en el atrio de la iglesia de San Francisco. Mientras el gobierno del presidente Evo Morales negociaba para desactivar esos dos conflictos, lo que logró la víspera, subió el precio del pollo, de la carne y del pan, al mismo tiempo que aumentaba la propaganda por el “no” a Morales, con el argumento de que el gobierno es incapaz de impulsar la producción de alimentos y de contener la inflación. Las embajadas de Europa y de países de América se declararon en alerta y los funcionarios diplomáticos cruzaban apuestas sobre si habría o no referendo, no obstante que días antes arribaron al país más de 300 observadores extranjeros. Pero llegó entonces el gran día. Y pese a las denuncias de fraude que buscaban desalentar la participación popular, la afluencia de votantes superó el 80 por ciento. Afuera de los recintos escolares, habilitados como recintos electorales, se organizaron verdaderos comedores populares donde se expendían los clásicos platillos de domingo: lechón y pollo al horno, y el ají de fideos del diario. Así, los responsables trataron de aprovechar la peculiar disposición del bando de buen gobierno que prohíbe la circulación de vehículos y obliga al cierre comercios, mercados y restaurantes incluidos. La población votó y el resultado fue casi un empate entre las fuerzas encontradas, cuya crisis se buscaba solucionar: se ratificó al presidente boliviano Evo Morales y al vicepresidente Álvaro García Linera, pero también a casi todos los prefectos de oposición: los de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando; fue revocado un opositor, el de Cochabamba, pero también uno oficialista, el de Oruro. Y ante ese panorama, muchos interpretan que lo que el pueblo boliviano quiere es un cambio. Sí a la recuperación de los recursos naturales, pero también a la autonomía. Asimismo quiere que se pongan de acuerdo los políticos, que negocien. Este sentir fue recogido por el jefe de la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos, Eduardo Stein, al declarar que la población boliviana “está pidiendo a la clase política que, no importando el resultado (del referendo)… negocie y se ponga de acuerdo en los temas fundamentales del desarrollo del país”, porque los políticos, “según la población boliviana, están para resolverle problemas y no para crearle problemas a la población”. También las versiones sobre un supuesto fraude fueron descontadas por Stein. “Vimos que el margen de contaminación (del padrón electoral) era lo suficientemente bajo como para que la gente fuera a votar con la confianza de que el resultado indicaría con claridad… una expresión ciudadana contundente”. A media jornada, el presidente de la Corte Departamental Electoral, José Luis Exeni, informó que casi ciento por ciento de unas 22 mil mesas de votación se instaló sin problemas, con algunos retrasos en algunos lugares y sólo un incidente en Yucumo, Beni, donde fueron robadas las nueve ánforas para la votación, que después fueron repuestas, y la población pudo votar. Una vez conocidos los resultados a boca de urna, los prefectos opositores ratificados, Mario Cossio, de Tarija; Leopoldo Fernández, de Pando; y Ernesto Suárez, de Beni, igual que su par de Santa Cruz, Rubén Costas, encabezaron festejos en escenarios montados incluso antes de terminados los conteos. Los resultados –dijo Cossío– “abren la puerta para que de inmediato iniciemos la aplicación del estatuto autonómico” y como primer paso estaría la creación de un parlamento departamental. Fernández, de su lado, convocó a Morales a superar entre ambos sus diferencias a partir de una “lectura clara” de los resultados del referendo de hoy. Respecto a los prefectos revocados en la votación de hoy, uno de ellos, José Luis Paredes, de La Paz, reconoció su derrota en las urnas, pero consideró que el referendo “sirvió para consolidar la polarización en Bolivia”. Manfred Reyes Villa, ex militar, prefecto de Cochabamba, aseguró que dará una batalla legal y ratificó el desconocimiento de la consulta. Reto al presidente Morales a nombrar “a dedo” a un prefecto, lo cual, dijo, sería un retroceso para la democracia. Según Reyes Villa, la gente aumentó el caudal de votos que recibió en 2005 y atribuyó su derrota a “amenazas” del MAS a los votantes. En la capital cochabambina, sin embargo, hubo festejos. Eran partidarios del presidente Morales, en su mayoría cocaleros, que celebraron con discursos y bailes, la ratificación del presidente indígena y la revocatoria del mandato de Reyes Villa. |
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