Manuel Fuentes Muñiz (CIMAC) Es innegable la crisis que viven las policías federales y locales y el incremento de falta de seguridad a la población. Las reestructuraciones y cambios de personal generalizados son la confesión de la ineficacia de esas instituciones. En el Distrito Federal la reciente salida de los dos funcionarios más importantes en materia de prevención y persecución de delitos, con motivo de los sucesos de la discoteca New's Divine, y la reestructuración de la PGR, ante la incapacidad de enfrentar al narcotráfico, son ejemplo de ello. El secuestro y asesinato cobarde del joven Fernando Martí ha provocado una condena generalizada, sobre todo por la posible participación de elementos policíacos en este tipo de actos. La gente ahora se pregunta: ¿cómo confiar en las policías si éstas se encuentran infiltradas de delincuentes? La tradicional corrupción sumada a su ineficacia ha provocado la intervención del Ejército en funciones que no le corresponden, pero a pesar de su intervención, no se ha logrado la respuesta esperada. Por el contrario, ha habido atropellos y acciones que han afectado los derechos humanos de las personas donde el Ejército ha desarrollado sus acciones. Las detenciones y asesinatos a mansalva en los retenes son una muestra de acciones improvisadas y arbitrarias que evidencian su incapacidad. Las policías municipales y estatales son una lástima. No tienen ni la preparación, personal, ni armamento requerido; la triste figura del policía con su rifle viejo se puede observar en todo el país, incluso en la Ciudad de México. Es evidente que la legislación está muy atrasada en esta materia. No hay manera de llevar a cabo una adecuada coordinación porque las leyes y reglamentos lo impiden y los recursos económicos para llevarla a cabo son insuficientes. Sufrimos una delincuencia organizada de primer mundo que hace de las suyas y una policía de tercer mundo que no sabe qué hacer. La reestructuración en las dependencias policíacas no puede ser exclusivamente de personas; se requiere un cambio en las estrategias para la prevención y persecución de delitos con una visión nacional e internacional. Es inadmisible que en cada región se conserven cotos de poder que propician desorganización y que hacen campo fértil para la delincuencia. La PGR tiene responsabilidades muy delicadas que requieren de tratamientos distintos, como es el caso del ataque contra el terrorismo, acopio y tráfico de armas, pero también tiene que hacer frente a aspectos relacionados con el tráfico de migrantes o tráfico de órganos que tiene repercusiones sociales y económicas muy amplias. En México, la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) es la responsable de estas tareas, que incluyen la persecución de delitos en donde ha sido afectada la mujer y los menores de edad, como es el caso de trata de personas, corrupción, pornografía y turismo sexual, y también en la trata de menores de edad y lenocinio de personas menores de dieciocho años. Ahora se ha designado a la abogada Marisela Morales Ibáñez, de perfil duro, como responsable de la SIEDO quién tiene la obligación de lograr mejores resultados que sus antecesores y en el menor plazo posible. La Procuraduría de Justicia capitalina con el reciente cambio de su titular también enfrenta una grave crisis. Los puestos estratégicos están bajo la responsabilidad de personas con más experiencia académica que práctica en la investigación y persecución de delincuentes. Estos procesos de integración hacen que las tareas de investigación en las agencias del Ministerio Público se realicen con más lentitud porque todos los procesos están en revisión y son materia de aprendizaje de los nuevos mandos. La corrupción de las agencias del Ministerio Público es de los principales retos a vencer. El talón de Aquiles de la justicia penal radica en el poder de los Ministerios Públicos que hacen de las suyas para lograr dinero fácil y evitar la consignación de delincuentes. Se requiere revisar este modelo de investigación anticuado y adecuarlo a los nuevos retos que presenta el incremento de la delincuencia. El poder legislativo no debe continuar con la inercia de resolver el problema de la delincuencia con mayores penalidades que se quedan en el papel; se requiere una visión legislativa nacional de eficacia, integración y coordinación de los cuerpos policíacos. No podemos admitir seguir soportando una policía infiltrada de ineficacia, improvisación y corrupción. La materia de seguridad es una de las principales responsabilidades de los gobiernos y no se puede resolver solo con discursos; la población espera resultados concretos, no demagogia. Manuel Fuentes Muñiz es Abogado, especialista en temas de justicia, profesor en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Lo que No se Dice de ChinaAhora que todos se ponen la camiseta China y se preparan para entrar en un estado de letargo olímpico (mientras a los alrededores nos siguen privatizando el petróleo, subiendo los precios, negándonos la salud entre otras ‘ gracias '), mucho se habla de esta nación.Sin embargo, entre los grandes problemas del país más habitado del mundo, y del que no estamos muy alejados de tener en nuestra ciudad, es el de la contaminación. Los días en China desde hace muchos años son grises ya que ni siquiera el sol logra tener la claridad de la que todavía nosotros podemos gozar (todavía en algunas partes). Beijin se ha cubierto aún más por esta capa gris en los últimos días cuando el flujo de personas ha aumentado considerablemente por lo que se vieron obligados a sacar de circulaciones a millones de vehículos (entre ellos más de 300 mil camiones de carga), así como el cierre inmediato de aquellas fábricas que emanaban más contaminantes (esas dos acciones de manera temporal). Esta situación es tan grave la situación que incluso el Comité Olímpico Internacional planteó la posibilidad de aplazar las competencias atléticas si la contaminación continúa. Pese a las acciones desesperadas por tener unas ‘Olimipiadas Limpias', la masa gris que cubre la ciudad no se disipa y parece no querer irse. Es momento que reflexionemos realmente sobre el estado de la ciudad que queremos para nuestra vida y la de quienes nos siguen pues vamos muy cerca de vivir lo que está sucediendo en China. Fuente: Machete Arte |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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