En el laberinto de la pobreza El informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) titulado Índice de Desarrollo Humano Municipal en México 2000-2005 –presentado por primera vez en 2004 y su comparativo en 2008– confirma los grandes contrastes sociales que vive nuestro país y revela la ineficacia de los programas sociales instrumentados por el gobierno, con los que pretende revertir los altos niveles de pobreza extrema y marginación que presentan las comunidades y pueblos indígenas, como Cochoapa el Grande, municipio que está enclavado en la región de La Montaña de Guerrero.Abel Barrera Hernández* Los datos que hizo públicos el PNUD, el pasado 28 de julio en la ciudad de México, además de retratar los escenarios de pobreza extrema en que viven hombres y mujeres del sureste mexicano, echa por tierra el ardid publicitario de los gobiernos, de que México ha ingresado al grupo de países desarrollados del mundo, al lado de China, Brasil y la India. Este reporte deja entrever que la firma de los tratados internacionales en materia de derechos económicos y sociales, por parte del Estado mexicano y que ha manejado como una de sus prioridades dentro de su política exterior, no es más que un cúmulo de buenas intenciones y buenos deseos, porque hasta hoy no se han instituido mecanismos para hacer exigibles y justiciables los derechos sociales. México no tiene la más mínima voluntad de cumplir con los compromisos suscritos en el plano mundial. Obligados por estas actitudes discriminatorias, los campesinos e indígenas cansados de solicitar y tramitar escuelas, maestros, centros de salud, médicos, medicinas, carreteras, agua entubada y luz tienen que hacer uso de la manifestación pública para reclamar sus derechos negados. Sin embargo, sólo encuentran represión y encarcelamiento. Este gobierno está colocando fuera de la legalidad a los pobres, y desde su visión empieza a estigmatizar de delincuentes a los líderes sociales que promueven el cumplimiento de los derechos sociales contenidos en los pactos y convenios internacionales. El diálogo y las políticas públicas para resolver la pobreza pasan a un segundo término; en su lugar, las metralletas de los militares, los toletes y los gases lacrimógenos de la policía son los que hablan. En Guerrero existen algunos casos que ilustran con nitidez esta discriminación de los gobiernos hacia los pueblos indígenas. Por ejemplo, en 2006, integrantes del Consejo para el Desarrollo del Pueblo Me’phaa de la Variante Lingüística Bátháá iniciaron la gestión de maestros en su variante lingüística para las 29 comunidades que la conforman, hubo más de seis reuniones y minutas, pero la única respuesta que obtuvieron en 2007 fue el encarcelamiento de uno de sus dirigentes, Cándido Félix Santiago; así como el libramiento de órdenes de aprehensión en contra de otros de sus compañeros. El Consejo Ciudadano de Chilapa inició en 2006 y 2007 la gestión de obras de beneficio colectivo como escuelas, centros de salud y un sistema de red para agua entubada, pero sólo encontró represión y encarcelamiento tanto del gobierno municipal de Chilapa como del gobierno estatal. La comunidad nu’saavi (mixteca) de Mini Numa, que pertenece al municipio de Metlatónoc, ante la nula respuesta de las autoridades para construir y equipar debidamente la casa de salud que construyó con recursos propios, tuvo que recurrir a un amparo ante el Juzgado Séptimo de Distrito con sede en Chilpancingo, Guerrero, para que su derecho a la salud fuera reconocido. El juez federal le concedió la protección de la justicia y obligó a la autoridad a dotar de la infraestructura necesaria la casa de salud de Mini Numa, no obstante, la autoridad ha antepuesto la falta de recursos para cumplir con el mandato. Los pueblos indígenas de Guerrero han sufrido desde la conquista española el exterminio por las guerras, las hambrunas y los trabajos forzados. El movimiento indígena nacional identificado con el lema “Nunca más un México sin nosotros” vino a tejer las esperanzas de un México diverso afianzado en un marco constitucional, que reconociera los derechos colectivos de los pueblos; no obstante, los intereses macroeconómicos impusieron sus leyes acorde al modelo privatizador del neoliberalismo y sojuzgaron a los pueblos indígenas en el laberinto de la pobreza, en las cifras del oprobio. En Guerrero, los pueblos originarios han recorrido tramos difíciles; resulta urgente que los gobiernos den respuestas de fondo a los problemas que aquejan a las comunidades para que puedan alcanzar óptimos niveles de desarrollo humano y tener una vida digna. Es necesario que las autoridades sean sensibles a las demandas de los hombres y mujeres que día a día recorren las escarpadas montañas, y que instrumenten programas sociales eficaces, porque cambiar un nombre y poner un nuevo lema a gusto del gobernante en turno sólo hará que municipios como Cochoapa el Grande y Metlatónoc sigan apareciendo en el sótano del mundo. *Director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan |
Miércoles 29 de diciembre de 2010, p. 4
Lúcidos examinadores de la realidad y autores comprometidos murieron durante el año que concluye. Fueron referentes culturales, principalmente en el ámbito de las letras: el escritor Carlos Montemayor, el cronista Carlos Monsiváis, el narrador José Saramago y el filósofo Bolívar Echeverría.
La Jornada recuerda a estas personalidades, hacedores de un valioso legado.
También ocurrieron los fallecimientos del poeta Alí Chumacero; de los historiadores Friedrich Katz y Howard Zinn; de los narradores Tomás Eloy Martínez, J. D. Salinger y Miguel Delibes; y del filólogo Antonio Alatorre, entre otros.
El tenor, maestro, narrador, poeta, ensayista, traductor y activista Carlos Montemayor (Parral, Chihuahua, 1947) falleció en la ciudad de México el domingo 28 de febrero, debido al cáncer que lo aquejó durante meses. En su obra rescató la voz de los colectivos enfrentados al sistema político que les negaba cabida. Indígenas y grupos opositores de izquierda encontraron eco en su creación literaria y reivindicación en su discurso político.
Conocedor de las lenguas hebrea, griega clásica, latina, francesa, portuguesa, italiana e inglesa, tradujo obras clásicas como las Odas de Píndaro, Carmina Burana, poesías de Cayo Valerio Catulo, Virgilio y Safo, así como de poetas tales como Fernando Pessoa y Lêdo Ivo. Al parejo desarrolló una labor de rescate de los idiomas indígenas de nuestro país, que fructificó en un par de volúmenes centrados en éstos y en su poesía.
Otra de las herencias que deja fue recuperar en los libros Guerra en el paraíso, Las armas del alba y Las mujeres del alba, los motivos de los grupos opositores armados de las décadas de los 60 y 70, y el hostigamiento gubernamental a las comunidades que les dieron cobijo. Campesinos, indígenas, estudiantes, han sido masacrados una y otra vez en los países de nuestro continente. La historia de su resistencia es una memoria que dignifica nuestra vida
, manifestó el narrador.
El Premio Nobel de Literatura José Saramago (Portugal, 1922) murió el 18 de junio a la edad 87 años, debido a la leucemia. El novelista, poeta y ensayista conjuntó en su persona la generosidad, los ideales por la justicia social y una escritura profundamente determinada por la realidad. La existencia del portugués se puede caracterizar por su sentencia: El único valor que considero revolucionario es la bondad
.
Es el único portugués que ha ganado el máximo reconocimiento a las letras del mundo, que le fue otorgado en 1998 por su capacidad para volver comprensible una realidad huidiza, con parábolas sostenidas por la imaginación, la compasión y la ironía
, afirmó la Academia sueca.
“La razón de escribir, en el fondo, no es más que esa: escribir… No escribo para agradar, tampoco para desagradar. Escribo para desasosegar. Me gustaría que todos mis libros fueran considerados como libros del desasosiego”, señaló Saramago en 2009 en torno a su novela Caín.
En El Evangelio según Jesucristo y Caín desnudó a la religión como mitificación de la realidad; y abordó el tema de la razón en los tiempos modernos en su trilogía formada por Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres y Ensayo sobre la lucidez.
Carlos Monsiváis (ciudad de México, 1938), cronista crítico de los fenómenos presentes en la mexicanidad, además de analista de los hechos sociales que han conmovido los cimientos de la sociedad nacional durante los siglos recientes, expiró el 19 de junio debido a complicaciones de una fibrosis pulmonar.
Identificado con la izquierda, el ensayista capitalino reivindicó en sus escritos al individuo y sus derechos como base del entramado social, contra el autoritarismo y la derecha. En esta lid se inclinó por el movimiento de 1968, los ídolos populares, las figuras de izquierda y los acontecimientos que significaban ideas progresistas; también apoyó las luchas de las minorías sexuales y culturales.
La obra de Monsiváis, caracterizada por la ironía frente a una realidad intolerable, fue un revire humorístico frente a los agravios por medio de la sátira política, como en su columna Por mi madre, bohemios, en la cual evidenciaba la ignorancia y exhibía la demagogia de políticos, empresarios, jerarcas católicos y personajes de la vida pública en general.
El editor y poeta Alí Chumacero (1918) falleció el 22 de octubre en la ciudad de México, víctima de neumonía. Fue un amante de la lectura desde su infancia en su natal Acaponeta, Nayarit, y a ella dedicó su vida entera como crítico, ensayista y editor. Entre su creación literaria destaca Poema de amorosa raíz, de los versos más célebres en nuestro país.
Laboró durante más de medio siglo en el Fondo de Cultura Económica y fue una de las figuras centrales del éxito de la casa editora. Ahí, el autor de Palabras en reposo atestiguó el paso de algunas de las mejores obras de la literatura mexicana del siglo XX y fue famoso el rumor, que Chumacero negaba, de haber mejorado la novela Pedro Páramo de Juan Rulfo con su corrección.
El filósofo marxista e investigador Bolívar Echeverría (1941), referente crítico del capitalismo en América Latina, falleció el 5 de junio en la ciudad de México como consecuencia de un infarto. El ecuatoriano, que adoptó la nacionalidad mexicana, fue autor de una extensa obra sobre modernidad, economía y cultura, y enfocó su trabajo a los ámbitos de la teoría crítica y la filosofía de la cultura.
Echeverría consideraba al barroco en América Latina una forma de resistencia cultural y una modernidad alternativa. “La verdadera fuerza del impulso anticapitalista –escribió– está expandida muy difusamente en el cuerpo de la sociedad, en la vida cotidiana y muchas veces en la dimensión festiva de esta última, donde lo imaginario ha dado refugio a lo político y donde esta actitud anticapitalista es omnipresente”.
Teoría que sostuvo en obras como Conversaciones sobre lo barroco, La modernidad del barroco y Definición de la cultura.
El sábado 16 de octubre, a los 83 años, pereció en la ciudad de Filadelfia Friedrich Katz, a consecuencia de cáncer. El antropólogo e historiador austriaco dedicó su vida profesional al estudio del acontecer en México y América Latina en los siglos XIX y XX. Produjo obras indispensables para entender a nuestro país como La guerra secreta en México: Europa, Estados Unidos y la Revolución Mexicana, De Díaz a Madero: Orígenes y estallido de la Revolución Mexicana y la biografía Pancho Villa, ineludible si se desea comprender al revolucionario.
Howard Zinn (Nueva York, 1922) murió el 27 de enero por una afección cardiaca, . El historiador de izquierda plasmó en su obra el punto de vista de los de abajo durante la construcción estadunidense y fue autor del libro más vendido sobre el tema: La otra historia de Estados Unidos. Referente antibelicista en ese país, el también articulista de La Jornada mantuvo siempre la esperanza en el rescate de la humanidad contra la opresión.
El periodista y narrador Tomás Eloy Martínez, nacido en Buenos, Aires, en 1934, quien logró unificar lo mejor de ambas disciplinas en su obra, pereció el 31 de enero en la capital de su país. Fue autor de una extensa obra que incluye novela, crónica, ensayo, relato, libretos de cine y televisión, donde destacan La pasión según Trelew, prohibida por la dictadura argentina; Santa Evita, traducida a múltiples idiomas, y El vuelo de la reina.
Autor de culto en Estados Unidos, J.D. Salinger (1919) murió el 27 de enero, en New Hampshire. El guardián entre el centeno, publicado en 1951, bastó para colocar al escritor entre los más reconocidos de la literatura moderna de su país y lanzarlo a la fama que siempre despreció.
Miguel Delibes (1920) vivió una España enfrentada por la Guerra Civil y luego la férrea dictadura de Francisco Franco. Es autor de una narrativa del espacio rural español, cruzada por el hambre y la falta de libertades. Su deceso ocurrió el 12 de marzo.
El ensayista y reconocido filólogo Antonio Alatorre, expiró el 21 de octubre a los 88 años. Originario de Autlán, Jalisco, ejerció una labor docente en nuestro país y otras naciones, y fue estudioso de Sor Juana Inés de la Cruz, de quien editó las obras completas. Fue un notable traductor y hacedor de una obra especializada en la que sobresale Los 1001 años de la lengua española.
A lo largo del año también se registraron los decesos de la poeta y traductora Esther Seligson (ciudad de México, 1941); el poeta y especialista en literatura chicana Juan Bruce-Novoa (San José, Costa Rica, 1944-California, Estados Unidos); el escritor y cronista Armando Jiménez (Piedras Negras, Coahuila, 1917-Tuxtla Gutiérrez, Chiapas); el crítico literario Sergio Nudelstejer (Varsovia, Polonia, 1924), y el autor de novela negra Juan Hernández Luna (ciudad de México, 1962).
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